domingo, 25 de noviembre de 2007

JAISALMER

Aqui el calor aprieta asi que depues de una buena comilona, nos decidimos por un hostal que tenia piscina :P y una terraza arriba de todo donde podiamos ver las estrellas. Este de la foto es un person, de los tantos que hay por la India, que trabajaba en el hotel, nos cantaba canciones del Rey Leon, cuando nosotros le pediamos canciones del desierto (ya que el era de alli) :D


Lo bonito de Jaisalmer es perderse por las callejuelas del fuerte, aunque es muy turistico ha sabido conservar todo su encanto.
La arquitectura del fuerte es brutal, la piedra esta super trabajada, hasta el minimo detalle.






Aqui, empezamos a experimentar la hospitalidad de la gente, te invitan a chai y te dan un rato de charla, curioseando sobre nuestro pais y nuestras vidas. Aunque aqui, habia algo mas que hospitalidad, uno de ellos intentaba ligar... jajajajajaja








BIKANER

Conseguir billetes de tren de "sleeper class" siempre es un follon, asi que preferimos coger los de "general" y despues pagar la diferencia y dormir en litera. Pero en este viaje imposible! Estaba llenisimo asi que nos encontramos sin asientos y en un pasillo sentados en el suelo y 50 personas mirandonos fijamente, y esto iba a ser por 20 horas...Asi que nos dimos el lujo de pagar 10 euros uff! e ir en litera con aire acondicionado. Alli G.P. Sharma, un anestesista de "confianza" que conocimos en el vagon, nos dio lecciones sobre como llevar una vida saludable bebiendo vodka de estrangis y fumando sin parar.

En la espera en Haridwar del tren, Gina fue a comprar agua y platanos, con la sorpresa de que cuando llego a la estacion habia llegado una manada de monos, y de repente vio (a camara lenta) como uno enorme se acercaba a ella y se lanzaba directo a la bolsa de platanos, fallando al primer intento, pero no al segundo...
Una vez en la primera ciudad del Rajasthan que veiamos, fuimos a una guest house, regentada por una familia que habian construido unas cabanyas en su jardin, que parecian de cuento de hadas. Aqui, anyadimos a la lista de animales con los que compartimos espacio vital, los camellos y las cabras, sumados a las vacas, a los perros y a los monos.
En principio Bikaner no tiene mucho interes, pero la gente, y sobre todo los ninyos hacen que merezca la pena.





Alli fuimos para visitar el templo de Karni Mata, en Deshnok, mas conocido como el Templo de las Ratas, un templo muy raro, sucio y como no, plagado de ratas. Ademas tubimos el privilegio de ver una rata blanca, lo cual significa buena suerte en tu vida. Nota: la entrada a los templos solo es posible si tus pies estan en contacto con el suelo, sin intermediarios (en este caso los zapatos) :S puaj!


Aqui y ahora podemos decir que la India es magica, que nos encanta, que a cada segundo vibras. Que te lavantas sin saber que te va a pasar, sabiendo que te van a pasar millones de cosas. La sensacion es fantastica.

RISHIKESH

Cogimos un auto ya que se revento la rueda del bus. Nos plantamos en "el Bhandari swiss cottage" Paraiso de habitaciones baratas, comida occidental y paz. Ver aquel menu fue como darle a un ninyo un caramelo, estabamos euforicos y hambrientos asi que arrasamos con todo.

Lo que iban a ser dos dias acabaron siendo cinco, que nos sirvieron para recargar las pilas. Ciudad sagrada, vegetariana y la capital del yoga, y sin cerveza...
Mar de vomitera, mientras Gina se hacia un masaje ayurvedico y junto a Javi descubrian el "OHM" dentro de su mas profundo ser!

El "mestre Gopal" encantador de cobras.

Rio Ganges y uno de los dos puentes que lo cruzan en Rishikesh


Shiva blanco en estado de meditacion


Deidades junto al rio




Mono junto a lo que creemos que es su duenyo debido a su clara similitud :)

HARIDWAR

Llegamos a Haridwar. Encontramos un hostal medianamente barato, debido a que por la noche tubimos la grata companyia de un zoo de insectos y ratones. La ciudad no nos llamo tanto la atencion como otros sitios hasta ahora vistos, asi que por la tarde nos acercamos al tan sagrado rio Ganga y junto a los ghats vimos como hacian las ofrendas.



jueves, 15 de noviembre de 2007

AMRITSAR

De Dharamsala nos fuimos en bus que en 3 horas nos dejo en Pathakot, un bus repleto de lugarenos, un entrar y salir sin parar de saris, ninos y colores. Alli cogimos un tren que nos dejaria en Amritsar, ciudad de la region del Punjab, donde alberga el Templo Dorado, la "meca" de los sijs (religion del Punjab). En el tren experimentamos lo que seria la pesadilla que nos esperaba en Amritsar, aparecieron unos adolescentes que invadieron el espacio donde estabamos sentados, y durante dos horas no dejaron de preguntarnos y mirarnos, en fin que cinco minutos hubiera estado bien, pero dos horas fue muy pesado.


Cuando llegamos a la ciudad en cuestion, las sorpresas siguieron viniendo, el autoricshaw nos dejo en una calle, que nos decia que al final de ella estaba el templo, asi que iniciamos una especie de peregrinacion a la "meca" entre miles de saris y turbantes. De repente al final de la calle aparecio lo que seria toda la zona sagrada del templo. Alli en las inmediaciones del templo nos dieron alojamiento gratis en una habitacion compartida con mas turistas. El problema es que estabamos justo en medio del ajo, y no paraban de sonar canticos 24horas al dia, y la cama era un tablon y una sabana...asi que no fue una de las mejores noches.

Ademas coincidio que era el Diwali, una especie de fin de anyo aqui en la India, asi que habia el triple de personas de las que suele haber. Para entrar nos hicieron descalzar (tubimos que guardarlos en una especie de guardaropia enorme pero con un delicioso aroma a pies que se olia a metros de distancia) y cubrirnos la cabeza con una especie de turbante improvisado. Lo asqueroso fue pasar los pies por aquellas zonas que tenias que limpiarte los pies en un charco de agua estancadisima y pisar todo el recinto mojado.

Al entrar todo estaba iluminado, repleto de gente y se oian canticos por los altavoces. Ademas de que todos querian hacerse fotos con nosotros y darnos la mano, como si fueramos famosos, pero esto fue la tonica tambien del dia siguiente, hasta a Javi le preguntaron que porque eramos tan guapos. Un show, algo que por mucho que lo expliquemos no se puede sentir si no te pasa.



Literalmente huimos de esta ciudad, aunque nos llevamos una experiencia inigualable, tanto lo que vivimos en la zona del templo como el que para ellos nosotros fueramos la distraccion y lo exotico.

Despues de la odisea para comprar un ticket de tren, por fin nos metimos en el con direccion a Haridwar, para luego ir a Rishikesh, algo que prometia ser otro oasis, y lo esta siendo, porque aun estamos en el...ya os contaremos.

DHARAMSALA

Despues de la tormenta viene la calma! Una vez que nos encontramos con Javi cogimos un bus de 15 horas con literas, como senores, pero cual fue nuestra sorpresa que acabamos durmiendo en los asientos...en aquellas literas altas no habia quien durmiera, entre brincos y una manta pulgosa. Por suerte amanecimos sanos y salvos en Dharamsala, un oasis tibetano en la India.




Seguimos a un buscador de clientes hacia un hostal, y aquel fue un buen acierto, habitacion baratisima con unas vistas impresionantes. Calma, sin timbres ni pitidos....solo los pajaritos.



Asi que le dedicamos unos cuantos dias a este paraiso, entre monjes, monjas, tibetanos e indios. Fuimos a un concierto gratis, donde vimos unos artistas mogoles, y a unos muy frikis. No entramos en detalles porque los sonidos que oimos son inexplicables....ya vereis videos!!!



Como sabeis, alli esta la residencia del Dalai Lama, donde en el pico de la montana tiene un templo, con budas y todas estas cosas, unas pinturas muy trabajadas...cosa que nos hizo inspirarnos y buscar un "mestre" este se llamaria "Mestre Tashi", y nos ensenaria los secretos de la pintura Thangka...dibujamos la cara de buda, aprendiendo las proporciones, y alucinando viendo que todo lo dibujado tiene un significado, hasta los colores, algo muy autentico que requiere muuuuucho trabajo y dolor de espalda. A las 5 horas ya estabamos muertos...pero con nuestro buda debajo del brazo....



De Dharamsala nos fuimos deseando estar mas dias, solo estuvimos 4...pero nos llevamos un muy buen sabor de boca, tanto de la gente, como del ambiente que se respiraba en este lugar, lo recordaremos, estamos seguras, durante todo el viaje.